Cuentan que hace muchísimos años se reunieron algunos
sentimientos y algunas cualidades del hombre. Cuando el
Aburrimiento bostezaba por tercera vez, la
Locura propuso: vamos a jugar a las escondidas. La
Intriga se levantó extrañada, y la
Curiosidad, sin poder contenerse, preguntó: ¿A las escondidas? ¿Y eso cómo es?" es un juego en donde yo me tapo la cara y comienzo a contar, desde el uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden. Cuando termine de contar, los buscare hasta que los encuentre", explico la
Locura. El
Entusiasmo bailo de contento y la
Alegría dió saltos que terminó de convencer a la
Duda, e incluso a la
Indiferencia, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La
Verdad prefirió no esconderse. ¿para qué?, si al final siempre la hallaban. La
Soberbia pensó que era un juego muy tonto. En el fondo lo que le molestaba era que la idea no había salido de ella. Y la
Cobardía prefirió no arriesgarse. La
Locura rápidamente comenzó a contar... la primera en esconderse fue la
Pereza, que como siempre, se dejó caer en la primera piedra que encontró. La
Envidia se fue detrás del
Triunfo, quien por su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. La
Generosidad casi no alcanzaba a esconderse. Cada sitio le parecía maravilloso para alguno de sus amigos. El lago cristalino para la
Belleza. La hendija de un árbol era perfecta para la
Timidez. Una ráfaga de viento le pareció magnifica para la
Libertad. Por fin después de pensar primero en todos, la
Generosidad termino ocultándose en un rayito de sol. El
Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio. Era ventilado, cómodo, pero solo para él. La
Mentira se escondió detrás del arco iris. Y la
Pasión y el
Deseo, entre los volcanes. Cuando la
Locura ya casi terminaba de contar, el
Amor aún no había encontrado un sitio para esconderse, pues todo estaba ocupado. Hasta que al fin vio un rosal y decidió esconderse entre sus flores. "¡Un millón!", dijo la
Locura. y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la
Pereza que estaba a solo tres pasos. A la
Pasión y el
Deseo, los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a la
Envidia. Y claro también encontró al
Triunfo. Al
Egoísmo no tubo ni que buscarlo, pues él solito salió de su escondite que resulto ser un nido de avispas. La
Locura de tanto caminar sintió sed, y al acercarse al lago descubrió a la
Belleza. Encontrar a la
Duda fue mucho más fácil. La encontró sentada aún sin poder decidir a donde se iba a esconder. Así fue encontrando a todos... El
Talento estaba entre la hierba fresca. La
Angustia, en una oscura cueva. La
Mentira, detrás del arco iris. Y hasta encontró el
Olvido, que se había olvidado que estaba jugando a las escondidas. Pero solo el
Amor no aparecía por ningún lago. La
Locura busco detrás de cada árbol, bajo cada arroyo de la tierra, en las cimas de las montañas. Y cuando estaba por darse por vencida, vió el rosal. Tomó un pequeño palo y comenzó a mover las ramas. De pronto escucho un doloroso grito. las espinas habían herido los ojos del
Amor. La
Locura no sabia que hacer para disculparse. Lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió acompañarlo siempre. Desde entonces el
Amor es ciego y la
Locura siempre lo acompaña. por eso dicen que
"amar es una locura, a menos de que se ame con locura".