Media vuelta rápidito y las manos a la pared, va a escupir un real
envido y es mejor tenerse en pie, si le pifia al inodoro después tiene que limpiar. Ahora hay que encontrar la toalla, la que ayer dejó caer, la muy turra está escondida bien abajo del videt; si hay un Dios es aspirina, si hay un Cristo es un café. En la puerta está la piba, está un poco mejor que él, con sus dos tetas lo mira: no soy yo quien vos queres, no te quemes la cabeza por un poco de placer.El chabón se queda solo pero mal acompañado, la resaca y la fisura le pellizacan el costado y el bardero ese del vidrio no para hasta encabronarlo. Tanta cara de boludo te estás pareciendo a mí, si no fueras un reflejo diría que estoy ahí. No te aguanto la mirada, no estoy para discutir.
Un candombe en la cabeza que no es para bailar, por más agua que le tira no lo puede hacer sonar, un tambor en las entrañas no para de repicar.
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