Aunque no me trates como a una princesa, porque no tengo corona y no la necesito, aunque no entiendas un montón de cosas mías y de mis acertijos, aunque no me soportes ni yo a vos, aunque me digas: ‘si haces esto o aquello y te pasa algo te ayudo, pero te doy tantas patadas en el orto estúpida ’, aunque seas feo, malo y gordo a la vez, aunque duelan muchas cosas que pasan o pasaron y me las ‘omitiste’, aunque nos odiemos un poco de vez en cuando y nos ignoremos por 5 días, aunque sea petisita y no tenga ciertas características de las cuales no me hago responsable y te putee por dentro y hasta se me escapen esos pequeños e inocentes insultos (bueno, vos tampoco tenes ESA característica muuuuy buena), aunque nos peleemos y todos se rían de nosotros, aunque me hagas chistes ácidos y de mal gusto y discutamos mitad en chiste y mitad en serio, aunque seamos el centro de atención de algunas personas… y aunque, aunque, aunque, aunque y un millón más de ‘aunque’ que los dos sabemos, estamos juntos, siempre juntos.