sábado, 11 de septiembre de 2010

Crujen los maderos de viejos andenes, las vías muertas nos quieren llevar a nuevos cruces infinitos, destinos imposibles, noches de nunca acabar. Y es que estamos desesperados por encontrarnos y vernos hoy. Más deseo, más me alejo, soy un extraño aquí en mi cuerpo, tanta calma, desespero, salgo mucho, a veces vuelvo.

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